lunes, 3 de junio de 2013

Cómo preparar un InterRail: La mochila

En esta entrada voy a hablaros de uno de los aspectos más importante para realizar un viaje InterRail: la mochila.

La mochila va a ser vuestra principal compañera durante todo el recorrido, por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de escoger la apropiada. Otra opción sería llevar una maleta, pero, aunque esto siempre queda a vuestra elección, yo personalmente no la recomiendo. Además, la mochila siempre le conferirá a vuestro viaje un espíritu más propio del InterRail.

La mochila que debes usar debe ser espaciosa, con bastantes bolsillos y que, además, tenga una capacidad que te permita meter la ropa que vayas a necesitar. Lo ideal sería una mochila grande (de unos 50-60 litros de capacidad) junto con otra más pequeña. La mayor nos servirá para transportar nuestros enseres y la pequeña para poder movernos por las ciudades con lo indispensable y sin pesos innecesarios.
El peso de la mochila es crucial, ya no sólo por el cansancio, si no porque puedes hacerte daño de verdad, por lo que, una vez llena, no debe superar el 10-15% del peso corporal para no dañar la espalda.
Algo importante es economizar recursos, ropa ligera, bien doblada y evitar llevar cosas inútiles que aporten peso y ocupen espacio. Han de sobrarte unos cuantos litros (10 mas o menos estaría bien) ya que probablemente necesites cargar con algo de comida, agua o sourvenires en un momento dado.


En cuanto a la elección de la talla lo más sencillo es que te dejes recomendar por un experto, porque aunque hay mochilas para mujeres ("W") y para hombres ("M") depende más del tipo de cuerpo que tengas que de tu género. La forma correcta de probar una mochila es añadiéndole peso, y comprobando que los apoyos lumbares están correctamente colocados una vez ajustadas las correas de los tirantes.
Un bastidor rígido mejora la trasmisión de la carga, redistribuyéndola y enviando parte de esta a la zona del cinturón que si está bien colocado (junto encima de las caderas) ayuda a enviar la carga directamente a las piernas liberando gran parte del peso de la espalda.
El acolchado de la espalda es otro punto importante, si se viaja en verano o a zonas calurosas hay varios sistemas que mantienen la espalda ventilada y aireada, mejorando enormemente la comodidad. Igualmente unos tirantes cómodos y bien ajustados es algo muy importante; has de mirar que se ajusten bien a tu anatomía y esto a veces se consigue regulando las cintas de sujeción.
La mochila siempre ha de estar bien abrochada y regulada, el cinturón ha de estar bien apretado y apoyado en la pelvis.

Es bastante útil tener al menos un par de compartimentos grandes, para ir acumulando la ropa sucia, o meter comida. Además, los correajes te deben permitir atar el saco sin problemas y sin que sobresalga mucho.
Si tu mochila no lo trae de serie hazle con un "raincover", un pequeño chubasquero para tu mochila que evitará que se moje.
También es recomendable forrar siempre la mochila en caso de facturar. En muchos aeropuertos hay puestos donde te forran el equipaje por 5€. Si te los quieres ahorrar, compra film en el supermercado más cercano y a forrar se ha dicho. Algunas compañías tienen un poco de “manía” a las asas de las mochilas, por lo que a la hora de forrarla procura que queden bien cubiertas. Evita llevar colgando el saco o una esterilla, por el mismo motivo.

Lleva siempre una segunda mochila más pequeña. Parece una tontería pero muchas veces tras guardar nuestra mochila en el albergue nos pude hacer falta llevar algo (una chaqueta, la cámara, agua, comida, planos,...) y nos puede solucionar mucho la vida.
También es muy útil hacerte con una riñonera discreta o una faltriquera, que puedes llevar por debajo de la ropa, para guardar el dinero, los documentos (metidos en una bolsa de plástico para que no se mojen de sudor), etc... y no separarte de ello o hacerlo lo menos posible.

Mochilas no facturadas:
Las compañías aéreas tienen una normativa sobre cuáles deben ser las dimensiones del equipaje de mano. No hay un estándar universal sobre esas dimensiones, aunque todas oscilan en torno a 55x40x20cm (todas las medidas tienen que sumar 115) y en cuanto al peso, hay grandes diferencias entre compañías; algunas llegan a admitir de 18 kilos para abajo, y otras hasta un máximo de 6 kilos. Lo mejor es consultar la normativa de la aerolínea con la que vayas a volar, sobre todo lo relativo al peso. Y si con esas llegas a la ventanilla del terminal y te dicen que superas el peso máximo, quita ropa de la mochila y póntela encima.


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