jueves, 22 de agosto de 2013

Brujas y Amsterdam.


Llega el día de visitar la mágica ciudad de Brujas! Después de un rico desayuno en nuestro B&B, nos dirigimos hacia la estación central para coger el tren (que pasa cada 15 minutos, sí no recuerdo mal)
Al llegar, dejamos las mochilas grandes en la consigna de la estación y fuimos dando un tranquilo paseo por sus calles; fue la mejor opción para conocerlo! 
Pasamos por calles de ensueño, donde la bici esta aparcada bajo una ventana que tiene una planta con flores (típica estampa de los Países Bajos) y también paseamos alrededor de sus canales (por los que se puede hacer una visita guiada en barca). Siguiendo un poco a la masa de gente, llegamos a la plaza principal de Brujas; había muy buen ambiente y, sí a eso le sumamos el buen tiempo que nos hizo aquel día, se estaba genial sentado en la escalinata o haciendo 
fotos a los monumentos que la rodean...
Después de llenar el estómago un poco en un bar de las cercanías, volvimos a la estación donde cogeríamos el tren hacia Amsterdam, cambiamos de país por primera vez!
La llegada a Amsterdam fue muy buena, teníamos muchas ganas de conocer esta ciudad y no nos defraudo a ninguno; tras llegar y localizar donde teníamos nuestro techo para los siguientes tres días, nos relajamos un poco y fuimos a "hacer la compra", más que nada porque no teníamos cena, lo bueno de nuestro hostal es que en la azotea tenía una terraza con muebles de madera y unas vistas geniales del techo de la ciudad que invitaba a relajarse, ahí fue donde cenamos la primera noche (cena en la terraza chill out) y donde brindamos por tener una buena experiencia con Amsterdam (ahora lo confirmo mil veces, Amsterdam es genial). 
El segundo día optamos por conocer la ciudad en bicicleta; hay muchos establecimientos donde se alquilan bicicletas por horas o durante el día entero (pagando una fianza que luego se devuelve), me parece que es una forma original y típica de esta cuidad para conocer el lugar mucho mejor. 
La plaza Dam, los canales, el barrio rojo... ¡Hasta nos montamos en un pequeño transbordador que nos llevo al otro lado del río, donde nos hicimos la típica foto del I AMSTERDAM!
Tras coger la comida en un restaurante de comida rápida (no haré publicidad y sólo diré Mc) nos fuimos a nuestro hostal para comer allí más tranquilamente y a resguardo de la lluvia y poder relajarnos un poco; por la tarde volvimos a coger las bicis para dar un último paseo antes de devolverlas, y después de cenar nos aventuramos por las calles y canales de esta bella ciudad, que tiene un ambiente excelente de noche.
Nuestro tercer y último día en los Países Bajos lo dedicamos a asegurarnos de los horarios de trenes del día siguiente (que marchábamos hacia Copenhague) y a dar vueltas por la ciudad, además de visitar (por fuera) la casa de Ana Frank y los canales.
No podíamos despedirnos de Amsterdam sin cenar la última noche en la terraza chill out y salir a dar un paseo por la plaza Dam.

Creo que a todos nos encanto esta ciudad, y estoy segura de que volveremos :) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario